Nos acompañamos
con complicidad
en las sonrisas,
entrelazadas
tu mano y la mía,
después de
un intercambio sutil
de francas
y anhelantes caricias.
Tomas café
de mi boca
como de
fina taza, y me abrazas,
el viento
es un verso de polvo
que se
esparce por tu cuerpo,
el brillo
en tu mirada, nuestras
ganas…
Llegada la
noche
refugiándonos
en tu cama
los besos
sobre tu cuello y espalda,
mis manos
frotando tu alma
nos
acariciamos con fuego
en la
mirada…
Sobre el
palpitar de tu sexo de mujer,
mis dedos
recorren húmedos de ti,
se adueñan
de tu aroma
para
diseñarse como sueños
en mi
placer de ser útil para tu venir…
Después de
releer los versos,
tomar el
calor de tus suspiros en cada beso,
saberte
lectora de mis deseos
y yo
escritor de tus sentimientos
ocultamos
el secreto
que no es
mas que otro sueño….
No hay comentarios:
Publicar un comentario