Las palabras me cruzan violentamente
Mi
entusiasmo es su presa constante
Tus labios
en silencio me invitan...
A dar pasos
hacia el alivio infinito, el olvido.
Para el
anhelo del amor nunca basta,
Para la
espera cada segundo es infinito
En el
escritorio se marchitan las letras
Con la
resignación, los versos nunca escritos.
No alcanzaron
las palabras discretas
Ni las
declaraciones abiertas,
Me estremece
con fuerza el corazón
Las ganas
de quererte amar…
La paciencia
y la estrategia no me ayudan
Ya no hay
encanto en la espera
Un sensato
brote de ideas
Amablemente
me sugiere volar…
Una historia
se termina de contar.
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